Hace un año, Pablo Marchant, weichafe de un Órgano Territorial de Resistencia de la CAM, fue cobardemente asesinado por un carabinero en el fundo Santa Ana de la Forestal Mininco. Como siempre, las fuerzas represivas del Estado se hicieron presentes para respaldar al capital y el latifundio, hasta cobrar la vida del joven luchador. Pablo, que murió fiel a sus convicciones, es un ejemplo en el enfrentamiento revolucionario en este territorio, y su muerte nos recuerda que los pueblos que habitamos esta región dominada por el Estado de Chile tenemos los mismos enemigos que nos oprimen, dominan y explotan a diario. Como revolucionaries de este territorio, mantenemos a Pablo vivo en nuestra memoria y presente en nuestras acciones.
¡Quién muere en la lucha vive en la lucha!
¡Autonomía y territorio!