Entrevista a la Toma de Terreno 17 de Mayo: Movimiento Popular, Desalojos y Violencia Estatal

Desde Sembrar hemos realizado una entrevista a la compañera Gloria Bascuñán, pobladora de la toma de terreno 17 de Mayo. Dando a conocer parte de su historia de organización popular y territorial en Cerro Navia, un análisis de sus principales fortalezas y logros, como también de sus dificultades y desafíos actuales. La compañera también nos comparte una visión política de la problemática habitacional más allá de los márgenes de la toma 17 de Mayo y sobre perspectivas y desafíos para más amplios sectores de los movimientos populares y el campo revolucionario.

Los créditos fotográficos son de Marcelo “Chino” Garay.

¡Sembrando territorios en lucha!

 

Gloria Bascuñán, pobladora Toma 17 de Mayo Registro fotográfico: Autoría de Marcelo “Chino” Garay

Agosto de 2024

¿Podrías contarnos sobre el proceso de autoconstrucción a pulso de la toma de terreno 17 de Mayo? ¿Quiénes fueron los principales actores y protagonistas?

GB: Sobre el proceso de autoconstrucción, la toma tuvo un proceso previo de planificación de un año, donde se diseñó un proyecto de buen vivir, de una comunidad organizada de vecinos y de buen vivir, muy completo, muy avanzado, que venía yo creo de los estudios, de la investigación de lo más avanzado de las tomas de los 70’. Después, una cosa es el papel y otra cosa el manos a la obra; de todas maneras, ahí la participación fue de todos los vecinos y vecinas, que tienen el conocimiento de la construcción, o sea, muchos vecinos trabajan en la construcción, tienen distintos saberes, oficios, de la electricidad, de gasfitería, enfierradores, jornaleros, electricistas, entonces eso es sú- per bueno porque agiliza mucho más la construcción, el saber hacer.

En un inicio también hubo apoyo de materiales, después se fueron implementando los espacios comunes. Lo primero que se hizo fue el trazado, se trazó, se loteó, se dispusieron los espacios comunes, y luego cada uno fue levantando con autoconstrucción su vivienda, posterior- mente se hicieron los espacios comunes.

Lo que también pasó mucho en la toma es que hay vecinos con una muy alta participación, y otros vecinos con una muy baja. Entonces van destacando varios vecinos por su participación, teniendo proble- mas con otros. Pero los que participan mucho, “un 7”, así se participó en el comedor, en mejorar calles, hicimos veredas. Todo lo que ha- bía dentro de la toma fue autogestionado por nosotros con cero, cero peso del Estado, ni del municipio ni de nadie. Todo fue gestionado por nosotros con inversión de ahorros, con endeudamiento, en crédito usurero, del tipo “Líder”, que son los que podían acceder muchos ve- cinos, y con inversión de los 10% [ahorros previsionales] por quienes podíamos acceder a ese dinero. Teníamos un cuarto de basura que lo organizábamos nosotros mismos, con turno, a veces resultaba mejor, a veces había problemas, y así, el comedor, la escuela, eso fue con mu- cho apoyo también de distintas organizaciones. La 17 siempre tuvo, de inicio a fin, yo diría, apoyo de distintas organizaciones que veían en el proyecto algo bueno, algo que era importante apoyar.

¿Cómo fue la relación con los vecinos y vecinas que colindaban con la toma de terreno? ¿Hubo solidaridad, conflicto, indiferencia?

GB: Ahí lo que se daba es que varios vecis de la toma 17 de Mayo son familiares, amigos en las poblaciones de los lados. Varios de ellos venían de ahí, de lugares cercanos a la toma. Así que esas relaciones estaban establecidas desde antes. Sin embargo, yo diría que con la campaña en contra de las tomas y también algunos problemas puntuales que tuvimos, hubo un cierto rechazo. Harto rechazo…incluso en un momento, intentamos hacer las cosas lo mejor posible para me- jorar una conexión eléctrica que teníamos. Yo fui hasta con las factu- ras del cable, fue un técnico con certificación a hablar con los vecinos para intentar que ellos aceptaran que mejoráramos una conexión y no hubo caso, por ser de toma, “no”, todo negativo…hubo una discusión que aumentó y se transformó en una pelea entre la toma y la pobla- ción del lado donde tuvimos que, como se dice, “ponernos las colorás” para que no nos pasaran a llevar. Por lo menos, no terminó con nin- guna consecuencia tan grave. Pero es difícil la relación, es verdad que hay muchos vecinos que vienen de toma y después se olvidan de eso. Eso es un proceso, hay harta tarea que realizar para poder mejorar la relación de las tomas con sus vecinos. Nosotros intentamos algunas cosas pequeñas como que la escuela pueda invitar a los vecinos del lado a nivelar sus estudios, pero claro, son cositas pequeñas como para poder remontar muchos otros medios que hay de hacer diferencia siempre entre los pobres.

¿Crees que la toma de terreno jugó un rol importante en la conforma- ción del movimiento por la vivienda digna? ¿Hubo hitos importantes que te gustaría destacar respecto a ese proceso?

 GB: En general pienso que sí, que es la táctica de lucha histórica de los pobladores y en ese sentido, lo importante de la 17 es que se inves- tigó acerca de cómo se había hecho en los 70’ y también con personas profesionales: geógrafos, profesiones afines a la construcción, que te- nían posiciones críticas con respecto a la crisis de la vivienda. Todo eso sirvió para levantar el proyecto. En ese sentido, creo que la 17 sí fue importante. Creo que este tema de que “justo nos haya tocado”, porque eso no fue pensado de antes, pero que nos haya “tocado” la te- rrateniente más grande de Santiago y los abogados que tenía, hizo que muy tempranamente nos enteráramos de la discusión del proyecto de Ley Antitomas. El proyecto de ley fue presentado en enero [2021] y nosotros en abril ya estábamos en la primera reunión con otra or- ganización, dando cuenta de este texto que se estaba discutiendo en la Comisión de Seguridad del Senado. Creo que eso impulsó desde muy temprano que buscáramos unirnos con otros. El hito que puedo comentar es el encuentro de pobladores en 2021 donde fueron 170 personas a Valparaíso. Ahí nosotros participamos, lo impulsamos jun- to con otros compañeros. Y las movilizaciones que hicieron contra la Ley Antitomas cuando fuimos a Plaza Dignidad; eso fue en noviem- bre de ese mismo año y muchas otras, entonces yo creo que al final, muy ad portas de la promulgación de la ley, se logró concientizar más.

Está la movilización donde ingresamos al Congreso a la fuerza, eso yo creo que marca un hito porque después tenemos este reportaje que se nos hizo. Pero, más allá de eso, el tema es que se tuvo que hablar más y, por lo tanto, hasta los mismos medios tuvieron que hablar de la promulgación de esta ley. Estuvimos viendo tan de cerca el tema de cómo se fue dando en la prensa y cómo se fue dando la discusión parlamentaria, escuchando, viendo las discusiones de la Comisión de Seguridad por las redes del Congreso, siguiéndolo muy de cerca. Pudimos ver cómo en un primer momento a ellos lo que les convenía era que no se supiera nada, que fuera una discusión no difundida más allá de quienes siguen todas las discusiones del Congreso. Por lo tan- to, un silencio y/o ataques más esporádicos por la prensa, y después viene una campaña más abierta y más dirigida por parte de la prensa en contra de la toma y eso se condice con el periodo más cercano a la promulgación de la ley.

Yo personalmente pienso que un logro que tuvimos fue denunciar la “autotutela”, porque yo creo que si nosotros no denunciamos eso, no hay eco en algunas posiciones que se dieron dentro de los parti- dos de gobierno, habiendo incluso rechazo. Yo creo que eso fue “tiro- neado” por los pobladores porque en la discusión de la Comisión de Seguridad habían partidos de todo el espectro político, así que no es que no supieran. Entonces los “tironeamos” a tener que pronunciarse en contra a algunos, a otros no y con distintos matices de la “auto- tutela”. Eso finalmente quedó fuera por ahora y tuvieron que hacer ese artículo buscando distinguir en algún grado con las situaciones de las tomas que estaban dentro del catastro para ciertas cuestiones muy acotadas, porque la ofensiva es mucho más grande que eso.

¿Existieron conflictos o disputas internas dentro de la organización y la gestión de la toma? ¿Cómo se pudieron ir abordando?

GB: Respecto a las disputas internas, creo que son inherentes a cual- quier organización que tenga un proceso de construirse. A todas las organizaciones les toma un tiempo poder iniciar, conocer, decantar todo eso. Una visión muy personal, tratando de incorporar la pers- pectiva histórica, creo que la 17 también es bien hija de su época en este punto, puesto que estamos en un contexto de todavía revertir la atomización y la despolitización que uno lo puede encontrar explícito en un libro como “El Ladrillo” de los Chicago Boys, donde está explí- cita la política de atomización y despolitización que implementaron. Muchos se refieren a eso como el individualismo; más que individua- lismo, como en abstracto, como ahistórico, yo creo que lo que se buscó ahí es una política que se expresó en distintas medidas, de atomizar la organización popular y despolitizar. Eso está explícito en ese libro. Por lo tanto, la 17, como muchas otras organizaciones de este periodo son parte de eso.

Además, hay otro elemento de contexto, es que la escuela del movi- miento popular de vivienda no se escapa de eso. Tiene todavía una escuela con mucho de caudillismo, burocracia, parlamentarismo, en donde sus dirigentes lo que buscan son cargos. Entonces son parte del proceso de lucha hasta que se abre esa perspectiva de la posibilidad de ejercer cargos. Entonces, todo eso existe hoy en día en el movimiento y son cuestiones con las que las distintas organizaciones tienen que luchar.

Creo también que entre los más pobres y en la pobla, la tendencia no es a la unidad, sino que hay una tendencia a resolver individualmen- te. Por supuesto que en condiciones muy adversas de vida, por lo tan- to, es a lo que están más acostumbrados los vecis de este periodo de los pobladores. Incluso acaban salvándose solos porque es un poco lo que les tocó, entre la ausencia de organizaciones que resolvieran colecti- vamente. Así que la 17 se tiene que levantar desde las organizaciones, de esas condiciones y dentro de eso.

Igualmente hubo cosas buenas desde un inicio, como la independen- cia del Estado por parte de las organizaciones, que está planteado desde un inicio. Eso encuentro que fue súper bueno porque, si no, habría habido otro elemento de división desde el inicio. Ideas muy importantes que yo creo que se asentaron en la cabeza de los vecinos desde un inicio y que, a mí en lo personal, lo que tratamos de hacer es profundizar esa idea. Darle más densidad a esa idea. Esa idea es qué es una vivienda digna y que la política habitacional del Estado no te la entrega.

Por eso el rechazo a aceptar el departamento de vivienda social que te entrega el SERVIU. Quizás diría que es lo que no se logró: agitar y materializar la 17 de Mayo. Por el tamaño de los lotes, por la idea de la huerta, por la idea de no construcciones de segundo piso. Porque había una idea fuerte en contra de los allegados a propósito de vivir hacinados. Por la idea de los espacios comunes, el rol de los niños y las niñas. Esa idea nos ha ayudado a ver la unidad en la cual nos quería- mos levantar.

En fin, las disputas internas se han tratado de manejar, porque no es que desaparezcan. Diferencias vamos a tener siempre y es importante aprender a distinguir cuáles son diferencias en el seno de la organización, entre el pueblo, y cuáles son las diferencias que tienes contra quienes actúan como enemigos frente a los objetivos de la organiza- ción. Nosotros queríamos vivienda digna y el Estado y la latifundista nos negaba la vivienda digna. Entonces son diferencias de distintas esencias. Con esos elementos tratábamos de manejar y creo que en buena medida lo logramos. Eso nos permitió tener logros como rechazar el autodesalojo, por ejemplo.

Cuando empieza la promulgación y la tramitación de la ley, ¿se generaron acciones y organización en el espacio para hacer frente a la nueva coyuntura que se avecinaba?

GB: Creo que algunos hitos de la 17 es que, por lo que hemos co- nocido, hay varias tomas que son post estallido, y la 17 es previo a la Rebelión del Octubre. Es en mayo de 2019. Entonces creo que a muchos sorprendió una toma en Santiago, en pleno invierno. Y dio cuenta también de lo que se venía, de la necesidad de vivienda y de la disposición popular a arrancar esa necesidad, a resolver esa necesi- dad. Creo que, en ese sentido, es un hito la 17.

El tema de la Ley Antitomas tiene que ver con esto; o sea, el proyecto se presenta en enero de 2021. Nosotros en abril del 2021 hacemos una reunión precisamente en el Comedor de la Villa Francia, con otros compañeros, con abogados, con un compañero de organización de vivienda, también de comités, con un compañero de una ocupa- ción de un edificio, y empezamos a develar esto que pasaba. Esto que es lo que veíamos de para dónde “iba la mano” con esta promulgación, con la discusión de esta ley en ese minuto y después su promulgación. Y claro que nos dispusimos desde un principio. Juan Domingo Acosta es de los abogados de María Ortencia Guzmán Nieto. Él era el que comentó una minuta que se presentó en el Senado, fundamentando legalmente el proyecto de Ley Antitomas, de Usurpaciones.

Por eso es que nosotros supimos desde un inicio, porque empezó a figurar su nombre y en las querellas en contra de la 17. De hecho, lo que ellos hicieron fue intentar algunas cuestiones que no estaban en la ley, las intentaron en la 17 de Mayo y la querella que hicieron en contra nuestra se usó de “conejillo de indias” para ir probando la Ley Antitomas, muy tempranamente, antes de que avanzaran más con esto. Así que nosotros, desde un inicio, buscamos unirnos con otros.

Comentar que fue difícil porque se sabía muy poco, porque no hay una organización más amplia que pueda rápidamente agitar, llegar a muchos lugares con esta información. Y solo fue bien encima, poco antes a cuando iban a sacar la ley en noviembre del 2023, que ya se logró difundir más ampliamente.

Hoy día uno ve foros o distintas acciones en contra de la Ley Antitomas en distintos lugares. Entonces cuando nosotros empezamos muy po- quitos sabían y costó harto difundir más. Se hicieron puntos de prensa que también fueron importantes, ahí se pudo llegar a más, hicieron al menos unos dos puntos de prensa la 17 de Mayo. Y después foros; intentamos vincularnos con los estudiantes, que por las propias diná- micas estudiantiles tampoco fue fácil; se impulsaron varias moviliza- ciones, cortes en Vespucio; manifestaciones en Plaza Dignidad; dos concentraciones al menos en el Congreso; nosotros fuimos también cuando se le acusó constitucionalmente a Piñera, fuimos como 17 de Mayo a Valparaíso, ahí a las afueras del Congreso, en el fondo a apro- vechar la coyuntura de acusación al Piñera.

Ahí uno de los que defendió al Piñera fue este Juan Domingo Acosta, que era abogado de ese nivel de personajes. Acosta, aparte de ser abogado de María Guzmán Nieto, la dueña del terreno de la 17, es abogado de Hinzpeter, Eduardo Frei, de Sebastián Piñera, los Kast, Felipe Kast, Ena Von Baer y otras personas de ese nivel. La misma familia Guzmán es una familia históricamente latifundista, dueños de la zona poniente de Santiago.

¿Cuáles crees que son las actuales falencias y carencias del movimien- to por la vivienda digna en Chile, que no permitieron articular una resistencia firme para detener la aprobación de la ley?

GB: Creo que el principal problema es la dispersión. El movimiento está disperso en lo principal. Y despolitizado…en verdad, siempre uno como parte de la clase trabajadora tiene, a la vez, ideas políticas que son más bien ideas propias de los ricos, de la burguesía, y también ideas de los pobres, de clase, de lucha y de solidaridad.

Eso en términos generales. Ahora claro, hay un grupo que en el ám- bito de vivienda está articulado, está organizado, pero principalmente lo hacen para cabalgar y obtener cargos en el Estado. Entonces más de lo mismo, más del problema. Y el problema de la dispersión actual se da en varios ámbitos, como en el ámbito de las ideas. Por lo tanto, no hay ideas en común que podamos cohesionar, tampoco hay una orgá- nica que pueda tomar esa idea y aplicarla, materializarla en la lucha. Entonces creo que esa es la dispersión como el principal problema. Por lo tanto, como hay dispersión, también explica que no se haya podido levantar un movimiento lo suficientemente fuerte para poder hacer frente a una ofensiva grande que hay, que se expresa en la Ley Antitomas, pero no únicamente, sino que en el cambio de criterio de los cohortes, por ejemplo.

El cambio de criterio, donde ellos están dictando desalojos que no hacían antes de noviembre del 2022. Entonces hay un cambio de cri- terio y además de eso están los Decretos Alcaldicios de Demolición. Entonces ahí uno puede ver que desde los distintos actores del Estado están bajo una misma política, que es la política de los desalojos de las tomas y no de regularización. En la misma línea nombrar a la Felipe Camiroaga, que está buscando regularizarse a partir de una ley, tam- bién les han burocratizado y negado un montón de etapas para poder regularizarse.

Entonces ahí uno puede ver la ofensiva en todos los ámbitos: lega- les, el ámbito político de la aplicación de la ley, y mediático en contra de las tomas. Eso significa que para poder enfrentar una situación así tiene que haber un movimiento más amplio, más grande y más co- hesionado. Esa es la tarea actual. Pienso que es la principal tarea del movimiento popular y del movimiento de la vivienda.

Pero se está en eso, algo se logró y es el punto de partida. Dentro de eso también destacar la necesidad de educación, porque esta atomización y despolitización que viene de los 70’ también ha implicado mucha necesidad de educarnos. Y los que hoy tienen un manejo más especí- fico en la lucha por la vivienda están ahí más por la vía de cargos en el Estado. Entonces, quienes no estamos por esa vía, sí tenemos una necesidad importante de educarnos en varios ámbitos: en lo práctico, qué es levantar una organización de vivienda, luchar por vivienda, en la historia de lucha previa, en la compresión de las normas y las leyes actuales, el rayado de cancha sobre el cual uno lucha. Son varios aspectos en educación, que son parte de la necesidad de combatir esta dispersión.

Tomando en cuenta los desalojos y cómo ha operado la nueva estructura punitiva, ¿Tienes algún análisis y reflexión personal sobre el camino y forma de lucha que debería adoptar el movimiento por la vivienda, para hacer frente a la democracia burguesa, el capital inmobiliario y sus represalias en contra de lxs pobladores en lucha? ¿Cuáles son las principales barreras y dificultades para levantar y articular ese proceso de resistencia? ¿Y cuáles son sus fortalezas y cualidades según tu visión?

GB: Si bien el problema de la crisis habitacional es muy amplio y pro- fundo, e incluye desde profesionales, endeudados, hasta personas que ganan un buen sueldo e incluso terminan perdiendo sus viviendas por el nivel de usura que hay en los intereses de los dividendos, de los créditos hipotecarios y todo eso; creo que aunque eso también existe, el problema de la vivienda principalmente es el problema de los más pobres. Históricamente ha sido así. Nosotros estábamos buscando es- tudiar más la parte histórica y, por ejemplo, en 1920 está la huelga de arrendatarios. Y en verdad se empezó a hablar más de esto, el recono- cimiento de parte del Estado de que esto era un problema es precisa- mente cómo fue afectando a los más pobres y cómo estos empezaron a organizarse, a luchar y demandar.

Entonces, el problema de la vivienda es un problema de los más po- bres, además que la vivienda tiene que ver con el suelo, con la tierra, por lo tanto, es un problema profundo que tiene que ver con la estruc- tura de clases de nuestro país, en donde el suelo, la tierra, está alta- mente concentrado. Esto ocurre a nivel mundial, pero en los países, en las naciones oprimidas, esto es más agudo y esta concentración de la propiedad, que se puede ver en el campo, pero también en la ciu- dad, es la base de todo un negociado. En el campo todavía se puede observar el problema. En el fondo, es una estructura política que va desde los alcaldes y distintas autoridades que sostienen un sistema semifeudal. En la ciudad hoy día no es el típico caso, aunque también los hay, pero no es el típico terrateniente. Hoy en día es una Forestal Arauco, por ejemplo; y estos monopolios son pulpos. Lo comento por- que lo he visto, he visto en Curanilahue o en otras luchas que hemos podido conocer bien directamente. Las forestales son un pulpo que tiene tentáculos en jueces, en prensa local, en muchos ámbitos para poder conseguir su interés.

Hay un estudio de un arquitecto de derecha que es [Iván] Poduje, que hizo un Ranking de la propiedad en Santiago. Son unos diez los principales que tienen tierra en Santiago. La [María] Guzmán era la número uno y los otros son empresas de seguros de vida, que son ca- pitales extranjeros norteamericanos, y otros latifundistas. Entonces uno va viendo que en el fondo, detrás del problema de la vivienda, lo que hay es concentración de la propiedad. Ellos necesitan, así como en el ámbito laboral, una masa de trabajadores cesantes para que pre- sionen a que no suban [los salarios], a que haya siempre una necesidad de empleo y, por lo tanto, los sueldos no se disparen. En el caso de la vivienda es lo mismo: hoy ellos necesitan una cantidad de familias grande sin vivienda para que se presione la demanda por vivienda y eso va incidiendo en el encarecimiento del suelo, en la plusvalía que le extraen al suelo.

Encuentro bien importante esto de seguir entendiendo todos los ámbitos. Y hay que hacer un llamado a los compañeros, también a uste- des, porque es importante buscar develar todo lo que hay detrás del por qué se nos niega al derecho a la vivienda, a qué hay detrás de eso, porque precisamente no es un problema técnico ni estrictamente económico, así como que “es un Estado que no tiene plata”, que “la crisis”, son puras superficialidades. Quién está ganando con la vivien- da, qué grupos en concreto, los decretos se dictan prácticamente a la medida de ciertos intereses económicos, así como en algún momento se hizo con las AFP en donde se develaron muchos aspectos, está la necesidad de develarlos en el ámbito de la vivienda. Hay una tesis bien importante de la Cámara Chilena de la Construcción, hecho por una persona que entiendo participó del movimiento de pobladores. En fin, hay distintas informaciones que andan por ahí que hay que reunir y estructurar para entender el negocio detrás de la necesidad de vivienda, no es que no haya suelo, el suelo existe. Una puede hacer comentarios del tipo de que en los países desarrollados imperialistas no existen las megalópolis, eso es propio de las naciones oprimidas, en los países más desarrollados las ciudades son más pequeñas, por lo tanto, los problemas sociales de las megalópolis no los tienen ellos y eso tiene que ver con la concentración y centralización del poder económico y político que se da más agudo en la nación oprimida.

Reflexión de cierre

GB: Aprovecho, en el fondo, de hacerles el llamado también de su- marse a esta tarea, creo que es una tarea importante y necesaria.

En mi experiencia de cinco años en la lucha por la vivienda, en mi ex- periencia directa e indirecta de buscar, aprender y sacar lecciones de los otros compas. Ir al hondo, a lo profundo, no solo al grupo reducido de los más activos y más dispuestos. Eso es un ámbito de compañeros, de pobladores que existe y es importante llegar a ellos, pero en ver- dad tenemos que buscar también, junto a ellos, en el fondo, potenciar a los más activos, podríamos decir a los “activistas” de la lucha por la vivienda. Pero no es fácil, porque a veces las personas activas se contentan con ser activas y aportar a la lucha, pero creo que lo más importante es que esas personas activas se dispongan a jalonar y darse a la tarea de sumar a otros, de movilizar a otros, de organizar a otros. Y eso no va unido así, no es espontáneo, no va pegadito de la mano de ser activo, porque sumar a organizar y movilizar a otros es una tarea cotidiana. Lenin le decía la tarea gris. No es la de las redes sociales, hoy tan de moda, que tienen una finalidad pero bien acotada; ni de lejos pienso yo que lo son todo, sino que la tarea gris, esa cotidiana, de ir permanentemente a los despolitizados, a los más, a los más hondos y profundos, eso es algo que necesitamos que muchas más manos se dis- pongan a eso, y se dispongan a equivocarse mucho en eso y a recibir cotidianamente los problemas del movimiento hondo y profundo con respecto a eso, que son, yo hablaría de las masas de egoísmos, de las masas de rechazo, de ignorancia, de todos los problemas que también uno puede ver en la masa, del salvarse solo, y que tienen una base ma- terial obviamente que tiene que ver con cómo sobrevivir a la pobreza, en los mejores casos creo que sobreviven.

Por eso es que peleamos por dignidad, porque hay indignidad, enton- ces es sobrevivir, y eso está asociado a un montón de problemas, y también a un montón de virtudes, entonces quién de estos activos, de estos activistas, se tienen que disponer a forjarse en ese montón de problemas, y al mismo tiempo identificar ese montón de virtudes para potenciarlas, porque estar allí tiene que ver con que, también lo decía Lenin, son los que tienen todo por ganar y sólo sus cadenas por perder.

Entonces, yo pienso que, estratégicamente, para todas las luchas que tienen porvenir, es muy relevante estar allí, en ese lugar. Y también es obviamente trabajar con los más activos, los más dispuestos, pero no únicamente, y principalmente son los más activos, los más dispuestos, la prueba no es para aquellos, porque una manera de activismo puede ser, sí, dirigir luchas, salir en las redes, un poco todo lo que ha surgido y que está bien, pero la prueba más principal, más fundamental, dis- ponerse a la tarea gris, que tiene que ver con lo que decía Luisa, que el amor es tarea de todos los días, de estudiar, de corregir, eso; la parte más fea de la lucha. Disponerse, que muchos más se dispongan a estar en esa tarea también y hacerse conscientes de eso, cómo se puede teorizar o sacar criterios comunes de cómo lo hacemos, yo creo que eso nos falta, compartir esto con otros compañeros que estén en la misma reflexión, yo creo que hay muchos que estamos en la misma reflexión, entonces pienso que hay una necesidad de juntarse y conversarlo.

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